El yoga es de origen indio, se utiliza para equilibrar el cuerpo, el espíritu y también la mente.
Su origen en la India nace 5000 años atrás, era algo que usaban para conservar la salud, el físico mental y nuestra parte emocional.
En el artículo de hoy quiero que te empieces a adentrar en este gran mundo en el que aprenderás a curar tanto el cuerpo como tu mente y lo más importante, a controlarlos.
Un buen consejo es que empieces por las clases con un profesional, para que puedas realizar las posturas de una forma correcta y luego tu en casa puedas seguir realizándolas cuando quieras y en donde quieras.
Beneficios de practicar yoga a diario
Es muy beneficioso para muchas cosas, tanto para mejorar nuestro físico como nuestra salud mental.
Este ejercicio mejora notablemente nuestra flexibilidad, debido a los estiramientos que se realizan, mejoraremos también nuestro equilibrio gracias a las diferentes posturas que hacemos en el yoga.
Los ejercicios de relajación que realizaremos mejoraran también nuestra circulación y la linfa fluirá gracias a la contracción y los estiramientos de los músculos.
Si somos constantes con el yoga, lo practicamos a diario o al menos 3 veces a la semana, iremos notando mejoras en las depresiones y la autoestima gracias a las posturas y la relajación.
Mediante estos ejercicios también conseguiremos alivia el dolor de muchas partes de nuestro cuerpo por la combinación de las posturas y técnicas respiratorias.
Las posturas de yoga para principiantes
En este post queremos hablar de las diferentes posturas (asanas vidya) y empezamos por las más simples con una baja dificultad para que podáis empezar a practicarlas desde casa, que son las siguientes:
El saludo al sol: con este nombre tenemos varias posiciones, pero hoy vamos a hablar de una bastante simple, se trata de tumbarse boca abajo y apoyar las palmas en el suelo, estirar los brazos y la barbilla hacia arriba (mirando al sol).
El perro boca abajo: tenemos que estar sobre las manos y pies y hacer un triangulo con nuestro cuerpo.
Triangulo extendido: esta es de pie tendremos que separar las piernas y hacia un lado con la mano tocamos una pierna mientras el otro brazo esta hacia arriba en diagonal.
Postura de la abeja: en esta postura de yoga nos tendremos que sentar y juntar los pies, después bajar la cabeza hacia ellos lo máximo posible.
Postura de la pinza: se trata de sentarte con las piernas estiradas y alargar los brazos hasta tocar los pies con las manos.
Postura del niño: nos tendremos que arrodillar y echar el cuerpo hacia delante estirando los brazos con las palmas en el suelo.
Postura tumbado: esta es la más simple, se suele utilizar al terminar las rutinas en las clases, nos tumbamos en el suelo rectos y boca arriba con la espalda totalmente recta y relajándonos.
Todas estas asanas en combinación, son una buena rutina para que empieces con este adiestramiento.
Las tenemos que realizar siempre exhalando y inhalando continuamente para llevar una buena respiración durante todo el ejercicio. Todos los ejercicios se deben mantener durante al menos 30 segundos y sin descansar de una postura a otra, en la última podemos relajarnos unos 10 minutos y con música relajante durante todo el ejercicio, así nos olvidaremos de todo lo que nos rodea y nos concentraremos de una forma mejor y más rápida.
Ya sabes, si aún no has probado las clases de yoga, es hora de hacerlo ahora que ya sabes muchos de sus beneficios y por donde empezar. Lo mejor de todo es que lo puedes hacer desde tu casa.
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